La lecto-escritura es una de las habilidades más importantes que un niño puede adquirir en sus primeros años de vida, ya que sienta las bases para su desarrollo académico y personal.
A través de la lectura, los niños no solo aprenden nuevas palabras y conceptos, sino que también desarrollan su capacidad de comprensión y análisis crítico. Estas habilidades son esenciales no solo para entender el contenido escolar, sino también para participar activamente en la sociedad.
Además, la escritura permite a los niños expresar sus pensamientos y emociones, fomentando su creatividad y autoestima. Al escribir, pueden plasmar sus ideas y narrar historias, los que les ayuda a conocerse mejor y a comunicarse de manera efectiva con los demás. La interacción social también se ve enriquecida, ya que leer en voz alta o discutir libros con amigos y familiares promueve el diálogo y la empatía.
